Pavos adobaítos y al gusto de cada cual ?

sábado, 20 de noviembre de 2010.

¡A comer pavo!

No importa si es relleno, si lo acompañas con arroz con gandules o con papas majadas, el Día de Acción de Gracias está a la vuelta de la esquina y ya muchos están descongelando y preparando el adobo que usarán para su pavo.

Cada cual le pone su toque especial y tiene sus trucos para que la carne se mantenga jugosa, como Esteban Torres.

El chef del restaurante Pamela's, en Ocean Park, llegó al supermercado Amigo, de Cupey, para comprar cuatro pavos de entre 12 y 14 libras para preparar para los huéspedes del guesthouse.

“Los adobamos con yerba fresca y los horneamos, primero a temperatura alta, y después más baja para que esté tierno. No sobrecocinarlo. La queja de siempre es que está seco y no tiene que ser así”, explicó el chef, con 22 años de experiencia.

Destacó que no le gusta rellenar el pavo porque “puede ser perjudicial para la salud”. Recalcó que si no se cocina bien, la sangre del animal puede crear bacterias en el relleno, por lo que lo cocina aparte.

El empleado del propio supermercado, Abundio Frías, mejor conocido como Kamala, le da su propio toque, no sólo al pavo que prepara en su casa, sino los que venden adobados.

“Hacemos un adobo especial, como si fuese pavochón. Llevo haciéndolo hace más de cinco años y ningún cliente se ha quejado”, expresó Kamala.

Detalló que, entre otros, usa sal, pimienta, ajo, aceite y vinagre, además de paprica para darle color. Lo acompaña con “arroz mampostea'o”.

Desde que nació el primero de sus cuatro hijos hace 17 años, Betty Walker prepara el pavo para su familia.

Regularmente lo hace con mantequilla, ajo, adobo y pimienta, pero este año “mi tío lo quiere relleno de mofongo”.

“Primero voy a deshuesar el pavo, hacer el mofongo aparte, rellenarlo y coserlo después de adobado”, destacó Walker, quien compró dos pavos de 17 libras “porque somos muchos”.

María Vélez detalló que una vez compra el pavo, lo descongela de un día para otro en la nevera. Prepara “mi adobo” con aceite y achiote, entre otros, y adoba el ave dos días antes del jueves. Ese día lo hornea desde por la mañana.

“No lo hago relleno porque no a todo el mundo le gusta, pero hago bolitas de mofongo por el lado. Lo hago con arroz con gandules, guineítos en escabeche, ensalada de repollo, ensalada de coditos y el postre, flan”, dijo la residente de Trujillo Alto, que compra el pavo de aproximadamente 16 libras.

Miguel Fuertes prefiere preparar la pechuga con cadera deshuesada de Butterball.

“Los envuelvo con tocineta, lo sofrío al horno y le pongo manzanas, bien adobaíto”, indicó Fuertes, quien lo hace con arroz con cebolla y batatas.

Según el gerente de SuperMax de Santa María, Oscar Class, las ventas del pavo este año a 67 centavos la libra están “bien buenas”.

Igualmente informó la gerente de asuntos corporativos de WalMart, Bruni Torres, quien dijo que las ventas están por encima a las del año pasado con doble dígito de por ciento.

“Nos ha ido muy bien”, manifestó Torres.

Recalcó que el precio este año aumentó por la escasez del producto. La marca Riverside grado A aumentó de $.66 la libra $.73, y Butterball Premium de $1.38 a $1.43.